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Cómo Mantenerse En Forma Después de Los 40
Contributor(s): Agusti, Adolfo Perez (Author)
ISBN: 1492390666     ISBN-13: 9781492390664
Publisher: Createspace Independent Publishing Platform
OUR PRICE:   $7.60  
Product Type: Paperback
Language: Spanish
Published: September 2013
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Additional Information
BISAC Categories:
- Health & Fitness | Alternative Therapies
Physical Information: 0.26" H x 6" W x 9" (0.39 lbs) 124 pages
 
Descriptions, Reviews, Etc.
Publisher Description:
"Lo importante no es querer llegar, sino haber llegado." Durante los ltimos 30 a os hemos asistido a lo que se ha denominado "culto al cuerpo," con una pujanza tal que las personas que no han hecho algo para mejorar su apa¬riencia f sica est n mal consideradas por la sociedad. Los gordos, los barrigudos, los calvos, las celul ticas, y hasta los que muestran sus arrugas a tempranas edades, suelen ser considerados por los dem s como personas que ni siquiera se estiman a s mis¬mas. En el lado opuesto, tambi n son igualmente objeto de cr tica aquellos que dedican tiempo y dinero (especialmente esto ltimo) a mejorar su apariencia f sica empleando recursos quir rgicos, implantes de silicona, mascarillas de belleza de alto precio y mil trucos m s, en un intento por detener el paso inexorable de los a os. Es dif cil delimitar la barrera entre lo razonable y lo paranoico, lo saludable y lo artificial, pues lo que para unos es l gico, para otros supone una exageraci n. Hay personas sobradas en dinero y en kilos, tambi n en a os, que no emplean ni un minuto de su tiempo en mejorar su aspecto f sico, prefiriendo comer hasta hartarse y disfrutar de vacaciones de tumbona y playa, pues en ellos est , aseguran, la felicidad. Otros se convierten en enemigos hostiles de su b scula y espejo, mir ndose por las ma anas de reojo tratando de descubrir esa nueva arruga, o compr ndose otra b scula de ba o culp ndola cada vez que ha ganado un par de kilos de peso corporal. Bien est cuidar la salud para no coger enfermeda¬des que se podr an evitar, como bien est cuidar el cuerpo para no ofrecer un aspecto descuidado y hasta desagrada¬ble, pero de ah a sufrir porque no podemos evitar ganar kilos y no atrevernos ni siquiera a mostrarnos desnudos de¬lante de nuestras parejas, va un abismo. Desde que nacemos todos los seres humanos estamos condenados al proceso de envejecimiento, el cual es m s visible a partir de los sesenta a os, aunque ya pasados ape¬nas los treinta y cinco han aparecido las primeras manifestaciones en forma de arrugas y canas. Es un proceso biol gico irreversi¬ble y por supuesto hasta ahora irremediable. Por fortuna, nuestras cualidades intelectuales y art sticas no est n sujetas a esa misma ley y es normal encontrarnos en mejor forma mental a los 70 a os que a los 20. La sabidur a es fruto de la experiencia y la acumulaci n de conocimientos consecuen¬cia del aprendizaje continuado. Por eso, si logr semos en¬contrar m s satisfacci n en nuestro intelecto y menos en nuestro cuerpo, la sociedad quiz s volver a a estar regida por los ancianos de la tribu y con ello ganar amos todos. Sin embargo, actualmente el culto a la juventud es tan desmedido que el hecho de ser joven nos parece ya una cosa afortunada y ser viejo poco menos que algo peyorativo. Y si no vean la diferencia entre decir a una persona c llate, viejo o decirle c llate, ni o Es obvio que no nos suena igual de mal las dos rdenes. La sociedad de consumo y las em¬presas del bienestar est n enfocadas a proporcionar todo lo que las personas j venes desean tener y apenas ahora est n empezando a tener en cuenta a la poblaci n vieja. Llevamos camino del crecimiento cero y aunque esto nos parece un problema, posiblemente sea el equilibrio perfecto. Cuando esto sea una realidad, con seguridad la edad de la jubilaci n se retrasar al menos hasta los 75 a os, con lo cual evitaremos ver a los jubilados matando el tiempo paseando mil y una veces por el mismo lugar, o jugando a las cartas en los hogares para ancianos. Aunque en las primeras semanas los trabajadores jubilados encuentran satisfacciones por esa libertad tanto tiempo a orada, a los pocos meses se les hace inaguantable, se sienten in tiles, y necesitan ocupar su tiempo en algo productivo para no caer en la miseria mental.