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Frases para ponernos en nuestro lugar: Martillazos elegantes para espíritus desubicados
Contributor(s): Navarro Villegas, Julio César (Editor), Navarro Villegas, Julio César (Author)
ISBN: 1791953867     ISBN-13: 9781791953867
Publisher: Independently Published
OUR PRICE:   $13.92  
Product Type: Paperback
Language: Spanish
Published: July 2019
Qty:
Additional Information
BISAC Categories:
- Self-help | Meditations
- Self-help | Motivational & Inspirational
Series: Frases Para Ponernos En Nuestro Lugar A-D
Physical Information: 0.58" H x 6" W x 9" (0.81 lbs) 274 pages
 
Descriptions, Reviews, Etc.
Publisher Description:
Una antolog a de frases c lebres diferente a todas las dem s C mo nos enfrentamos a lo doloroso del amor, a la cr tica que nos aflige, a la duda que nos quita el sue o, a la desolaci n del abandono, a las asechanzas de los aduladores, a la dificultad de dominarnos? He aqu una herramienta intelectual para darle la vuelta a todo aquello que golpea y agobia a nuestro ser, sutil, efectiva y, sobre todo, extremadamente divertida, para ayudar a la gente a sacudir el marasmo del alma y los obst culos que les impide avanzar.Esta novedos sima compilaci n de m ximas y aforismos, hija de la ya afamada p gina de Facebook "Frases para ponernos en nuestro lugar", convoca a las mentes m s preclaras de todos los tiempos para que, en una especie de debate intelectual, diserten ante nosotros sus opiniones sobre una gran variedad de t picos, siempre con una dosis de exquisito humorismo que le ayude a quienes conocemos a enfrentar la dura realidad cotidiana; aqu se dan cita deportistas ("yo soy poliateo, no creo en numerosos dioses", Dan Fouts); literatos ("el alcohol es como el amor: el primer beso es m gico, el segundo es ntimo, el tercero es rutina. Luego de eso, desvistes a la mujer y listo", Raymond Chandler); pol ticos ("los curas votan, Dios no", Giulio Andreotti); fil sofos ("los bares son lugares universales, como las iglesias, sacros lugares de reencuentro de la humanidad", Iris Murdoch); poetas ("los cristianos han quemado en la hoguera a otros cristianos, bajo la firme convicci n de que todos los ap stoles habr an hecho lo mismo", Lord Byron); comunic logos ("no puedes volver atr s y cambiar el inicio, pero puedes empezar en donde est s y cambiar el final", C. S. Lewis"); cineastas ("debe elegirse qui n habr de ser el crucificado, la multitud siempre salvar a los Barrab s", Jean Cocteau") y sabios de todas las pocas y geograf as ("pongo como hecho que, si todos los hombres supieran lo que unos dicen de los otros a sus espaldas, no habr a cuatro amigos en el mundo", Pascal).Ahora tendremos siempre a la mano y en riguroso orden alfab tico una serie de tem ticas tratadas con profundidad y humor, a las que sabremos encontrarles su lado m s jocosamente irreverente ("lo nico malo de ser ateo es que no tienes a quien invocar durante un orgasmo", Carroll O'Connor); su aspecto m s humor sticamente profundo ("me parece justo que un hombre bese la mano de una mujer la primera vez que la ve. Hay que comenzar por alguna parte", Sacha Guitry); su rostro menos agradable, pero del cual poder re rnos y hacer re r ("si la Divina Comedia se pudiera actualizar, el canto que se alargar a m s ser a el del Infierno", Pino Caruso); su forma m s placentera, pero tambi n m s dolorosa ("los hombres y las mujeres se mezclan tan bien como el aceite y el agua. Por eso hay que estar agit ndolos continuamente; si no, se separan", Alan Alda) y, en general, su lado m s dif cil tratado desde el cinismo punzante ("Hay tanta crisis que Santa Claus ya no recibe cartas, sino curr culas").En fin, una exquisita panor mica literaria que fluct a entre la risa, la filosof a, el sarcasmo, el humor reflexivo, la burla irreverente y la "actitud House", que nos brindar elegantes cargas explosivas para ubicar al ufano, al pagado de s mismo, al derrotado, al deprimido, a trav s de la mejor herramienta humana con la cual golpear a la realidad: la risa. Como se ala el autor: "est s ante una antolog a que te permitir ver las cosas desde otra perspectiva, que te acercar al aspecto humor stico de la filosof a de vivir, esa que realmente nos ayuda a abrirnos paso por este valle pedregoso".