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Caminantes del Arcoiris 3ra. Edición: El Libro Que Ha Transformado a Muchas Personas
Contributor(s): Oviedo Freire, Atawallpa (Author)
ISBN: 1795054123     ISBN-13: 9781795054126
Publisher: Independently Published
OUR PRICE:   $14.25  
Product Type: Paperback
Language: Spanish
Published: January 2019
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Additional Information
BISAC Categories:
- Fiction | Cultural Heritage
Physical Information: 0.57" H x 5.98" W x 9.02" (0.82 lbs) 250 pages
 
Descriptions, Reviews, Etc.
Publisher Description:
Este libro est dedicado a todos los Pueblos y Ordenes Solares de la Tierra que han existido y siguen existiendo, con plena consciencia de que somos seres de luz. As lo comprendieron los egipcios, celtas, fenicios, chinos, hind es, grecos, mayas, aztecas, hopis, zul s, etc. De ah su relaci n ntima y estrecha con el sol, la luna, las estrellas y dem s seres del cosmos, y de este planeta en particular. Por m s de 50 000 a os los seres humanos se sintieron unidos a la naturaleza, concibi ndose como parte de una gran familia c smica. Sab an que eran fuego, tierra, aire, agua. Entend an que Dios estaba expresado y manifestado en los miles de representaciones que exist an en la vida. Ten an conciencia de que todo estaba unido e interrelacionado, y que el Gran Esp ritu no pod a estar separado de s mismo, de su creaci n, de su manifestaci n en cada forma de vida.Hasta que surgi la idea de la separaci n y jerarquizaci n de la vida, con el aparecimiento de la fe dogm tica, la secularizaci n de las creencias, y las interpretaciones sectarias sobre la vida. Ah surgi dios como un ente separado de la creaci n, un dios con cualidades y caracter sticas sobrenaturales, un dios particular y exclusivo, un dios a imagen y semejanza solo del hombre, ni siquiera de la mujer. Cristo, Mahoma, Buda, Confucio, Lao Tse, que segu an el camino de la naturaleza, de lo creado, de lo sagrado, fueron utilizados por falsos seguidores para convertir sus pensamientos en jerarqu as eclesi sticas, en sistemas ortodoxos de poder, en curias detentadoras de la nica verdad. La sabidur a de los Maestros, termin deformada tras un poder religioso, el cual luego se convertir a en un poder pol tico y econ mico, como parte del Estado autoritario e inquisidor que se fue configurando; regente hasta nuestros d as. Mas, despu s de 2000 a os de oscuridad, regresa nuevamente la luz. Despu s de este aprendizaje violento y duro, regresamos nuevamente al camino del coraz n. Reaprendemos otra vez, que no somos hijos del pecado de Ad n y Eva, sino hijos del amor de la luz del Padre Sol y de la ternura nutritiva de la Madre Tierra. Lo fruct fero de este per odo doloroso es que hoy renacemos en un nuevo estadio, con una conciencia m s clara, con m s humildad y respeto para quienes sostienen nuestra vida: la Madre Naturaleza y C smica (Dios). Esa ha sido la ense anza de la vida y seguramente era necesario que pas ramos por este per odo, de conocer el lado m s feo y terrible del ser humano para que renazcamos en equilibrio, conociendo los 2 lados de la vida. Es el tiempo del retorno a un nuevo y diferente estado de complementariedad, de correspondencia, de reciprocidad. Es un diferente retorno por "estar culturas," es decir, pueblos que cultivan la ciencia, el arte, la tecnolog a. Es el llamado a poner fin a la "civilizaci n," al desarrollo, a la religi n, a las iglesias, a los gur s, a la caridad, y toda forma de expresi n del poder nico, aut rquico, auton mico, dominador y excluyente. Es el tiempo de la sincron a entre lo masculino y femenino, del respeto a toda forma de vida, de la aceptaci n y convivencia en paz entre todas las expresiones culturales de la humanidad. A eso apunta este libro, a retomar los grandes conocimientos de las grandes culturas del sol en la tierra, de aquellos pueblos que germinaron a un nivel superior y que debieron dejarse dormir, para regresar m s fuertes y m s a ejos en conocimiento y sabidur a para guiar este Nuevo Tiempo. Son nuestros abuelos que regresan, son los hijos del sol que renacen una vez m s. Somos nosotros, los abuelos, los Hijos del Sol que estamos otra vez aqu . Hemos regresado los Caminantes del Arco ris, Juyayay .