Estudios sobre el Hinduísmo Contributor(s): Guénon, René (Author) |
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ISBN: 1912452529 ISBN-13: 9781912452521 Publisher: Omnia Veritas Ltd OUR PRICE: $19.00 Product Type: Paperback - Other Formats Language: Spanish Published: March 2018 |
Additional Information |
BISAC Categories: - Philosophy | Metaphysics - Religion | Hinduism - General |
Physical Information: 0.32" H x 5.5" W x 8.5" (0.39 lbs) 148 pages |
Themes: - Religious Orientation - Hindu |
Descriptions, Reviews, Etc. |
Publisher Description: La oposici n entre Oriente y Occidente, conducida a sus t rminos m s simples, es en el fondo id ntica a la que frecuentemente gusta establecer entre la contemplaci n y la acci n. Nos hemos ya explicado sobre ello en muchas ocasiones, y hemos examinado los diferentes puntos de vista en que uno puede colocarse para considerar las relaciones de esos dos t rminos. Son verdaderamente dos contrarios, o no ser an mas bien dos complementarios, o bien no habr a, en realidad, entre uno y otro una relaci n, no de coordinaci n sino de subordinaci n? No haremos pues aqu mas que resumir muy r pidamente tales consideraciones, indispensables para quien quiera comprender el Esp ritu de Oriente en general y el de la India en particular. El punto de vista que consiste en oponer pura y simplemente una a otra la contemplaci n y la acci n es el m s exterior y el m s superficial de todos. La oposici n existe en las apariencias, pero no puede ser absolutamente irreductible; por otra parte, se podr a decir otro tanto para todos los contrarios, que cesan de ser tales desde que uno se eleva por encima de cierto nivel, aquel donde su oposici n mantiene toda su realidad. Quien dice oposici n o contraste dice, por ello mismo, desarmon a o desequilibrio, es decir, algo que no puede existir mas que bajo un punto de vista particular y limitado; en el conjunto de las cosas, el equilibrio est hecho de la suma de todos los desequilibrios, y todos los desordenes parciales concurren de grado o por fuerza al orden total. Considerando la contemplaci n y la acci n como complementarias, nos emplazamos en un punto de vista ya m s profundo y m s verdadero que el precedente, porque la oposici n se encuentra ya ah conciliada y resuelta, sus dos t rminos equilibr ndose en cierto modo el uno por el otro. Se tratar a entonces de dos elementos igualmente necesarios que se completan y se apoyan mutuamente, y que constituyen la doble actividad, interior y exterior, de un solo y mismo ser, ya sea cada hombre tomado en particular o la humanidad considerada colectivamente. |