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La Prueba
Contributor(s): Bazan, Emilia Pardo (Author)
ISBN: 1981254242     ISBN-13: 9781981254248
Publisher: Createspace Independent Publishing Platform
OUR PRICE:   $14.15  
Product Type: Paperback - Other Formats
Language: Spanish
Published: January 2018
Qty:
Additional Information
BISAC Categories:
- Fiction | Historical - General
- Fiction
Physical Information: 0.5" H x 5.98" W x 9.02" (0.71 lbs) 238 pages
 
Descriptions, Reviews, Etc.
Publisher Description:
No s si he dicho en la primera parte de estos ver dicos apuntes que Luis Portal, mi sensato, cuco y oportunista condisc pulo, era bastante feo y desgarbado, lo cual probablemente influ a mucho en su manera de entender la vida y en su intransigencia para con los sue os, las ilusiones, la poes a, la pasi n y dem s cosas bonitas que dan inter s a nuestro existir. Ten a Portal el cuerpo cuadradote y macizo; las manos anchas y mal puestas; la pierna corta; la cabeza bien desarrollada, pero redonda cual perilla de balc n; el cuello sin gallard a, y los hombros altos; las facciones demasiadamente grandes para su estatura, de lo cual resultaba una facies nada vulgar, pero de mascar n de proa; una carofla, como le dec an para hacerle rabiar, cuando era chico, sus compa eros en el Instituto de Orense. El claro entendimiento de Portal le induc a a sufrir con risue a cachaza las bromas relativas a su f sico; pero el amor propio inherente a la naturaleza humana deb a de hacerle sentir a veces su aguij n, y lo revelaba, sin querer, en cierto afectado desprecio hacia la belleza masculina, y en las pullas que nos soltaba a los compa eros a quienes cre a mejor tratados por la naturaleza. Nunca advirtiera yo la mala gracia y prosaico exterior de Luis como un d a que vino a verme, hall ndome ya convaleciente de la enfermedad que atrap a la salida del teatro Real -y que no s si debo llamar bronco-pneumon a, bronquitis capilar, laringitis aguda, pulmon a doble, o con otro de los infinitos nombres que entretejen la complicada red de las afecciones de los rganos respiratorios-. Despu s de haber estado en verdadero peligro, alcanzando esas temperaturas alt simas m s all de las cuales el organismo se abrasa y aniquila, y sobreviene la muerte, de pronto se me inici franca mejor a, y ya me permit an levantarme un poco a las horas favorables, y permanecer al lado de mi mesita, reclinado en una butaca. El d a en que Portal vino a acompa arme -domingo por se as- estaba el cielo encapotado, cosa rara en Madrid, y el camarada entr hasta mi cuartito metido en luengo impermeable barato, de esos que apestan a azufre desde una legua.